Hecha la ley, hecha la trampa. Parece ser que los delincuentes que hirieron de gravedad a Carolina Piparo y que produjeron la muerte posterior de su hijo recién nacido, podrían evitar ser juzgados por homicidio debido a la interpretación del código penal.
Ocho días después de que dos motochorros, integrantes de una amplia banda dedicada a las salideras bancarias, balearan a la embarazada Carolina Piparo en la puerta de la casa de su madre para robarle el dinero que había retirado del banco, Isidro, el bebé que llevaba en su vientre, murió en el Hospital San Roque.
En diálogo con C5N, Gustavo Galasso, abogado representante de la familia Piparo, reconoció que buscarán acusar a los cinco detenidos de asesinato por esta muerte y cambiar con ello la carátula de la causa.
"Para nosotros no pueden no ser juzgados por homicidio. El bebé nació y murió a causa de este hecho", señaló el letrado, en referencia al fallecimiento de Isidro, cuyo nacimiento tuvo lugar en una cesárea de urgencia, mientras su madre era intervenida por la herida de bala sufrida.
Sin embargo, existen posibilidades de que, de lograrse este cambio, los delincuentes puedan escapar a las acusaciones de homicidio. Esto se debe a que existen fallos anteriores en los cuales los asesinos no fueron juzgados por la muerte de los fetos de madres embarazadas.
Con esta jurisprudencia, los abogados defensores de la banda podrían pedir que se desestime dicha figura y que los asesinos sean tan sólo juzgados por "robo calificado por el empleo de arma en concurso real, con tentativa de homicidio doblemente calificado".
Los letrados de la familia se encuentran ya en Tribunales para incluir la figura de homicidio calificado, que prevé penas de hasta 25 años para los acusados, en la carátula del caso.
Fuente: Infobae
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